Sobre la enfermedad meningocóccica en niños, niñas y adolescentes

Ante el comunicado emitido por el Ministerio de Salud Pública el 18 de marzo, en el que se informa que en los últimos días se registró un aumento inusual de casos de enfermedad meningocócica en comparación a los casos que hay en nuestro país por estas fechas, compartimos la siguiente información:

 

 

¿Qué es la enfermedad meningocóccica?

 

La enfermedad meningocóccica (EM) es aquella causada por la bacteria Neisseria meningitidis (meningococo). Se reconocen varios serogrupos de meningococo, siendo hasta ahora el más frecuentemente identificado en Uruguay desde hace años el serogrupo B, encontrándose también serogrupo C, W e Y en ocasiones. Puede presentarse como meningitis (meningoencefalitis) y también como una enfermedad invasiva con shock séptico (también conocida como púrpura fulminante). Esta última es menos frecuente, pero puede ser difícil de diagnosticar.

 

 

¿Cuáles son los síntomas y signos de la enfermedad meningocóccica?

 

La meningitis meningocóccica habitualmente se presenta con fiebre, dolor de cabeza, rigidez de nuca, náuseas o vómitos, manchas puntiformes en la piel (petequias), molestias frente a la luz (fotofobia), confusión o alteración de la conciencia, convulsiones, entre otras. En los niños pequeños pueden no estar los síntomas clásicos, y se manifiesta por llanto difícil de consolar, irritabilidad o tendencia al sueño, rechazo del alimento, abultamiento de la fontanela anterior.

La enfermedad meningocóccica invasiva (sepsis o shock séptico meningocóccico) puede presentarse en forma brusca con fiebre en general alta y difícil de descender, decaimiento, vómitos, dolores en los miembros inferiores o superiores, respiración rápida, taquicardia, frialdad de manos y pies, dolor abdominal, diarrea, y en estados más avanzados cambios de coloración de la piel con hematomas y equimosis, o piel de aspecto marmóreo por los trastornos circulatorios.

Dado que esta presentación clínica puede ser muy inespecífica, se recomienda prestar atención a los signos y síntomas generales que pueden corresponder al inicio de una sepsis o shock séptico causado por bacterias entre otras por meningococo y que son:

 

-mal aspecto general, sensación de que el niño no está bien

-fiebre en especial con chuchos o sensación de mucho frío

-confusión o desorientación

-vómitos persistentes

-dificultad para respirar

-frecuencia cardíaca rápida o presión arterial baja

-cambios de coloración en la piel (palidez, color morado o aspecto marmóreo)

-dolores corporales inespecíficos sobre todo en miembros

-piel húmeda o sudorosa

-aparición de manchas puntiformes rojas que no desaparecen a la presión con el dedo (petequias), o de hematomas (machucones)

 

Si se identifican algunos de estos signos debe consultarse en forma inmediata en una emergencia, dado que la enfermedad meningocóccica es una enfermedad tiempo dependiente.

 

 

¿Cómo se contagia el meningococo?

La bacteria se transmite por contacto directo (de persona a persona) a través de gotitas de las secreciones respiratorias de fosas nasales o faringe, desde una persona infectada. La propagación de la enfermedad se ve facilitada por el contacto estrecho y prolongado (besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos compartidos) con una persona infectada. El periodo de incubación promedio es de 4 días, pero puede oscilar entre 2 y 10 días.

 

El meningococo sólo infecta al ser humano; no hay reservorios animales. Hay personas que son portadoras faríngeas de la bacteria, que a veces, por razones no totalmente esclarecidas, pueden superar las defensas del organismo y propagarse al sistema nervioso a través del torrente sanguíneo. Se cree que un 5 a 25% de la población es portadora de meningococo, aunque la tasa de portadores puede ser más elevada en situaciones epidémicas, y en especial en adolescentes.

 

El período de transmisibilidad persiste hasta que las bacterias viables desaparecen de la boca y la nariz. El meningococo desaparece de la nasofaringe 24 hs después de iniciado tratamiento con antibióticos.

 

La susceptibilidad para enfermar es baja y disminuye con la edad; esto explica la proporción entre un número elevado de portadores con respecto al número de casos.

 

 

¿Quiénes pueden adquirir la enfermedad meningocóccica?

Todos pueden adquirir una infección por meningococo. Sin embargo, es más frecuente en los niños menores de 5 años, en especial menores de 2 años, y en los adolescentes.

A su vez se identifican grupos de personas que presentan mayor riesgo de contraer la enfermedad meningocócica invasiva:

-Lactantes, niños <5 años, adolescentes (de 10 a 19 años)

-Poblaciones hacinadas/de alta densidad

-Estudiantes que viven en residencias estudiantiles

-Reclutas militares

-Personas que participan en peregrinaciones a La Meca (Hajj)

-Cuidadores e integrantes del núcleo familiar en contacto con pacientes infectados

-Personas que viajan a zonas endémicas

-Personal de industrias o laboratorios que trabaja con N. meningitidis

-Personas con inmunodeficiencias/inmunodeprimidas, incluidas aquellas con deficiencias de componentes terminales del complemento, asplenia anatómica o funcional, infectados con VIH, pacientes en tratamiento con eculizumab (Soliris®, Alexion Pharmaceuticals).

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas que adquieren la infección son previamente sanas.

¿Qué complicaciones y secuelas puede dejar la enfermedad meningocóccica?

De 100 personas que cursan enfermedad meningóccica, fallecen entre 10 y 15. Y 1 de cada 5 de los que sobreviven presentan secuelas como amputación de extremidades, trastornos auditivos y visuales, trastornos del sistema nervioso, convulsiones, trastornos intelectuales entre otros.

¿Cómo podemos prevenir la enfermedad meningocócica?

 

  • Medidas generales

 

Dada la forma de transmisión de meningococo, para prevenir la meningitis y la enfermedad invasiva deben mantenerse los cuidados generales para la prevención de infecciones respiratorias:

-Proteger la tos o estornudos. Puede utilizarse tapabocas, además

-Lavarse las manos frecuentemente

-Evitar compartir vasos, botellas, cubiertos, toallas y otros objetos de uso personal

-Realizar ventilación de los ambientes diariamente

-Evitar hacinamiento

-Evitar humos de tabaco y otros

A su vez, la vacuna antigripal reduce riesgo de adquirir infecciones bacterianas, entre ellas enfermedad meningocóccica.

 

  • Medidas específicas

 

Vacunas antimeningocóccicas

 

Existen vacunas contra meningococo.

En Uruguay, las distintas vacunas antimeningocóccicas se han utilizado con el objetivo de controlar brotes específicamente frente a estas situaciones. El Ministerio de Salud Pública mantiene su indicación permanente a grupos de riesgo y viajeros a zonas endémicas o epidémicas, no encontrándose hasta el momento ninguna en calendario. Las vacunas aplicadas durante los brotes epidémicos antes descritos (vacuna polisacárida AC y vacuna antimeningocócica B-C) ya no se utilizan ni están disponibles en nuestro país. Actualmente, se comercializan al público en Uruguay dos vacunas antimeningocóccicas:

-Vacuna contra meningococo B: Bexsero® (GSK) es una vacuna recombinante de 4 componentes desarrollada mediante vacunología inversa, que previene la infección por el grupo B de Neisseria meningitidis. Está aprobada para su uso a partir de los 2 meses de edad.

 

 

Esquema de administración

 

 

Edad en la 1ª dosis Dosis de inmunización primaria Intervalos entre las dosis primarias, en meses Refuerzo
2-5 meses 2 Mayor o igual a 2 meses Entre los 12-23 meses de edad intervalo 6 meses
6-11 meses 2 Mayor o igual a 2 meses Entre los 12-23 meses de edad intervalo 2 meses
12-23 meses 2 Mayor o igual a 2 meses Intervalo 12-23 meses después de esquema primario
Mayor o igual a 2 años 2 Mayor o igual a 1 mes En grupos de riesgo según recomendaciones oficiales

 

 

-Vacuna contra meningococos A, C, W, Y: Menactra® (Sanofi-Pasteur) es una vacuna conjugada preparada a partir de polisacáridos capsulares conjugados con toxoide diftérico, que previene la infección por los grupos A, C, Y y W de Neisseria meningitidis. Está aprobada para su uso a partir de los 9 meses hasta los 55 años.

 

 

Esquema de administración

 

  • En niños de 9 a 23 meses, se administra en una serie de 2 dosis con un intervalo al menos de tres meses.
  • Las personas de 2 a 55 años reciben una única dosis.

 

En Uruguay, el MSP recomienda ambas vacunas en las siguientes situaciones especiales:

 

  1. Personal de salud: personal de laboratorio (técnicos de laboratorio y microbiólogos) que trabaje con muestras que potencialmente puedan contener Neisseria meningitidis.
  2. Pacientes oncológicos: trasplante hematopoyético, niños y adolescentes con patología oncológica.
  3. Esplenectomizados: esplenectomía electiva, esplenectomía traumática y asplenia funcional (como la que ocurre en la anemia falciforme o por radioterapia).
  4. Virus de la inmunodeficiencia humana.
  5. Inmunodeficiencias primarias: déficit de moléculas de adhesión (LAD, por sus siglas en inglés).
  6. Defectos del complemento.
  7. Inmunodeficiencias con disregulación inmune: linfohistiocitosis hemofagocítica familiar (LHF), síndromes linfoproliferativos ligados al X (XLP), síndrome linfoproliferativo autoinmune (ALPS). Otros: Chediak Higashi, Griscelli, APECED, deficiencia de CTLA4, deficiencia ADA 2.
  8. Uso de eculizumab.

 

Actualmente, en Uruguay nos encontramos en una situación epidemiológica complicada, cursando un brote de dengue, con aumento de infecciones pediátricas habitual al comienzo de clases, y recientemente con el aumento de casos de enfermedad meningocóccica comunicado por el Ministerio de Salud Pública. Es por tanto un desafío para las familias y para los pediatras la evaluación ante los casos de niños y adolescentes con un síntoma tan común como es la fiebre u otros síntomas inespecíficos, de modo de poder realizar diagnóstico y tratamiento oportunos ante esta gama de posibilidades.

 

Es fundamental atender las recomendaciones y medidas de prevención que incluyen:

 

-Medidas de prevención de infecciones respiratorias incluyendo lavado de manos, evitar hacinamiento, evitar exposición al humo de tabaco y ventilación regular de ambientes.

– medidas de prevención de las enfermedades transmitidas por mosquitos.

-mantener las vacunas del calendario al día, incluyendo la vacunación antigripal cuando comience la campaña.

-en la medida de lo posible, vacunar a niños y adolescentes contra meningococo con ambas vacunas, aún si no están comprendidos en los grupos especiales.

-evitar que los niños y adolescentes concurran con síntomas a los centros educativos y mantenerlos vigilados mientras dure su enfermedad.

-Ante episodios de fiebre, dar antitérmicos y evaluar. Si aparecen alguno de los siguientes síntomas o signos realizar consulta inmediata en una emergencia:

-mal aspecto general, sensación de que el niño no está bien.

-fiebre en especial con chuchos o sensación de mucho frío, llanto persistente, dificultad para alimentarse, disminución de la producción de orina.

– en lactantes, somnolencia o irritabilidad.

-confusión o desorientación.

-vómitos persistentes.

-dificultad para respirar.

-frecuencia cardíaca rápida o presión arterial baja.

-cambios de coloración en la piel (palidez, color morado o aspecto marmóreo).

-dolores corporales inespecíficos sobre todo en miembros.

-piel húmeda o sudorosa.

-aparición de manchas puntiformes rojas que no desaparecen a la presión con el dedo (petequias), o de hematomas (machucones).

 

 

Marzo, 2024

 

-Comité de Infectología Pediátrica y Vacunas – Sociedad Uruguaya de Pediatría.

-Carrera de Especialización en Infectología Pediátrica. Facultad de Medicina. UDELAR.

Unidad Académica de Emergencia Pediátrica. Facultad de Medicina. UDELAR / Departamento de Emergencia Pediátrica. Centro Hospitalario Pereira Rossell.

-Unidades Académicas de Pediatría A, B, C. Depto de Pediatría y Especialidades. Facultad de Medicina. UDELAR.

-Instituto de Pediatría y Especialidades Pediátricas.

-Unidad Académica de Terapia Intensiva Pediátrica. Facultad de Medicina. UDELAR.

-Dirección del Hospital Pediátrico del Centro Hospitalario Pereira Rossell – ASSE.

-Sociedad Integrada de Emergencia Pediátrica del Uruguay.

-Sociedad de Neonatología y Medicina Intensiva Pediátrica.