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Reflujo vesicoureteral primario: 6 años de experiencia en un centro de referencia nacional

Dres. Gabriela Pintos 1, Gerardo Izquierdo 2, Wilson Chiva 2, José Etcheverría 2, Helena Arismendi 3, Verónica Seija 4, Julio Nallem 5

1. Médico Urólogo. Colaborador honorario de Policlínica de Urología Pediátrica de DEMEQUI-BPS.
2. Médico Urólogo de Policlínica de Urología Pediátrica de DEMEQUI-BPS.
3. Médico Imagenólogo. Jefe del Servicio de Ecografía UP-DEMEQUI-BPS.
4. Médico colaborador.
5. Médico Urólogo. Encargado de Policlínica de Urología Pediátrica de DEMEQUI-BPS
Centro de trabajo: Departamento de Especialidades Médico Quirúrgicas (DEMEQUI). Banco de Previsión Social (BPS).
Fecha recibido: 29 de setiembre de 2010.
Fecha aprobado: 8 de junio de 2011.

 

Palabras clave:  | REFLUJO VESICOURETERAL-diagnóstico | REFLUJO VESICOURETERAL-cirugía | INFECCIONES URINARIAS

 

Resumen

El reflujo vesicoureteral (RVU) es una de las patologías más frecuentes en la consulta de urología pediátrica. En los niños con primer episodio de infección urinaria (IU), la incidencia de RVU varía entre 20% y 40%.
El objetivo del presente trabajo fue analizar las características de una población de niños con RVU primario y los resultados del tratamiento quirúrgico de esta patología.
Se realizó un estudio descriptivo observacional donde se incluyeron 373 niños con RVU primario asistidos entre enero de 2001 y junio de 2007. La media de edad al momento del diagnóstico fue 22,3 meses, 240 (64,3%) pertenecían al sexo femenino, 147 (39,4%) tuvieron un episodio de IU, 173 (46,4%) más de 1 episodio mientras 53 (14,2%) no habían tenido episodios de IU al momento del diagnóstico del RVU. En 161 casos (43,2%) el RVU fue bilateral. Se observaron 72 pacientes (19,3%) con cicatrices renales. Cuando se agruparon los niños de acuerdo a la fecha de nacimiento, se pudo observar que aquellos nacidos más recientemente tenían significativamente menos edad al momento del diagnóstico, menor frecuencia de cicatrices renales y menor indicación de tratamiento quirúrgico. Éste se indicó en 163 (43,7%) pacientes y en 8 (5,0%) se comprobó persistencia del RVU luego de la cirugía.
Hemos comprobado como, a lo largo del tiempo, han disminuido los niños con cicatrices renales debido a un diagnóstico más temprano y esto ha contribuido a una menor necesidad de cirugía para su corrección. Cuando se recurrió a la cirugía para corregir el RVU, los resultados obtenidos son similares a los reportados por la literatura.

 

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Correspondencia: Julio Nallem. Copacabana M875 S30. Ciudad de la Costa, Canelones, Uruguay.
Correo electrónico: seinall@adinet.com.uy