Resumen
Objetivo: el objetivo de este
estudio es evaluar la contribución diagnóstica de la necropsia en una
Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
Material y métodos: se realizó la revisión de la historias
clínicas y los informes anatomopatológicos de todas las autopsias
clínicas realizadas entre el 1º de octubre de 1998 y el 31 de diciembre
de 2004 en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIN) del Centro
Hospitalario Pereira Rossell.
Los resultados de las autopsias fueron clasificados de acuerdo con los
criterios de Goldman en diagnóstico mayor que incluye la enfermedad
principal y la causa de muerte y diagnósticos menores que significan
hallazgos no relacionados que se conocen a través de la autopsia. Los
diagnósticos que fueron revelados por la autopsia, pero que no fueron
sospechados previamente por la clínica, son considerados errores y se
subdividen en cuatro grupos de acuerdo al mismo autor.
Resultados: en el período de 6 años y tres meses comprendido en
esta revisión, el número total de pacientes egresados de la UCIN fue
5024. Fallecieron 339 pacientes (6,7%). Se realizó autopsia en 131 casos
(39%). En 111 casos fue una autopsia clínica, realizada por patólogo
pediatra. En 30 casos fue una autopsia realizada por médico forense. La
edad promedio de los fallecidos fue 27 meses con un rango entre 1 mes y 15
años. De las 208 muertes en las que no se realizó autopsia, en 118 casos
se requirió consentimiento para realizar el procedimiento pero éste fue
denegado. En 90 pacientes la autopsia no fue solicitada.
En 33 de 111 pacientes en los que se le realizó una autopsia clínica el
PRISM al ingreso mostraba un riesgo de muerte de 25%. En 13 niños (12%)
se encontró un error tipo I (es decir, un diagnóstico revelado por la
autopsia cuyo conocimiento en vida hubiese significado un cambio en el
tratamiento y la posibilidad de vida). En 15 niños (14%) se encontró un
error tipo II (diagnóstico mayor revelado por la autopsia cuyo
conocimiento en vida no hubiese significado un cambio en tratamiento o el
pronóstico).
Conclusiones: la modernas técnicas diagnósticas no han desplazado
a la autopsia, que siempre debe ser solicitada aun cuando se tenga certeza
de la causa del fallecimiento. En pediatría cumple un rol esencial para
certificar los diagnósticos clínicos realizados, para revelar aquellos
que no fueron sospechados, para permitir el conocimiento de los errores
cometidos así como para evaluar la asistencia brindada. La autopsia es un
excelente medio para evaluar la calidad asistencial en una unidad de
cuidados intensivos pediátricos.
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